martes, 2 de febrero de 2016

¿Qué me vas a descubrir que no haya descubierto?

Ya sé cómo empieza esto. 
Ya vas por tu tercera copa, buscas esa frase tonta y te lanzas. 
Ya supe desde que te vi al entrar que eras uno más. 
Ya nos hemos besado tantas veces por primera, quinta y última vez...
Ya he estado aquí: en tu cama y en la de todos. 

Ya sé también cómo acaba esto, 
así que termina conmigo o me encargaré yo de ti.



jueves, 19 de febrero de 2015



Anoche me acordé de ti.
Y no, no lo olvido.

Hoy te he visto.

Allí estabas, 
en un lugar cualquiera,
a una hora cualquiera, 
sujetando una mano que no era la mía.
Y llovía.

Y hoy creía haberte visto.

Aunque quizá no. Quizá no eras tú. Quizá solo eras mis ganas.

Ya sabes, tengo predilección por los príncipes rana
y los espejismos.


Y ahora tranquilo, respira, que no te olvido.




sábado, 31 de agosto de 2013

Tan solo en los cuentos puedes idealizar


Hoy voy a hablaros del Amante Guisante, y para hacerlo solo voy a tener que mirarme al espejo.

A cada momento me duermo. Estoy muy cansado de todo esto. Y en mis momentos de sueño te duermo. De tantas veces que me he jurado a mí mismo que no volvería a ocurrir, ni una sola yo me he creído. Y si hoy te sueño es porque no te olvido. Pero ya no te quiero.

Hoy voy a ponerme la capa, voy a volar y no voy a abrir los ojos hasta que me estrelle.








Tú sueña, sueña conmigo.
Sueña, sueña conmigo, estoy en la sombra. 
 Yo ya no necesito entrar en tu mente y saber que existo.
Sueña conmigo, lo has escogido, sueña conmigo
 igual que yo sueño en ti.




 
Este no es mi sitio, me he preocupado y estoy cansado.

domingo, 28 de julio de 2013

B612

Soy el rey del mundo, en mi mundo.

Aquí estoy yo solo, y el espacio es infinito a veces, o minúsculo, depende del segundo en el que me pierda, en mi mundo. Hay ríos de música, torrentes de libros, estanques de fotografías y charcos de alcohol. Bueno, quizá tampoco estoy tan solo. Mis gafas de sol, todas las veces que me he perdido, y las veces que me he encontrado más una están aquí también, justo al lado de lo que he olvidado. La montaña de lo que he ganado está en otro sitio: delante de mis escaleras y encima de mis lunas. Hay muchas más cosas, sobre todo recuerdos y noches, muchas noches mirando por la venta, buscando ser como el humo y llegar más allá.

Este imperio es solo mío, de hecho nadie me ha encontrado nunca, porque nunca nadie ha entrado. Tampoco estoy interesado en los invitados. Aunque quizá sí que puedas saber donde está, porque está en mis venas. Pero no, no me interesa. 


¿Sabes? No es tan raro, ni tan frío, es tan bonito como los ojos que lo miren sean, porque sí, aún te reflejas.

Todo lo que el miedo me ha enseñado está también aquí, y menos mal, porque querido Miedo, esto es gracias a ti.


domingo, 2 de junio de 2013

"Controla un poco, corazón"

La noche estaba en blanco, pero no más que yo. No sabía dónde ni con quién iba, pero ¿y qué? 

Que quien no corre, vuela. Que estoy cansado de la música de los ascensores. Que se te da genial el escapismo. Que no me gusta jugar con una opción cuando puedo hacerlo con mil posibilidades más. Que, ahora que desatamos tormentas, nada nos ata. Que no me da la gana cortarles a estas mariposas las alas. Que, ahora que nadie mira, me voy a dejar querer. Que me voy a quemar con el Sol de tu ventana. Que tú miras y yo te miro, en tu cama. Que no te conozco, pero esta noche te voy a querer. Que no quiero tocar el suelo esta vez. Que, para evitar preguntas que no sabes responder, lo mejor es dormir con desconocidos, otra vez. Que me encantan las mentiras si están dichas de verdad. Que ya no tengo sugus de colores, pero aún me queda un chicle de menta más. Que nosotros no hemos estado aquí. Y que aquí no ha pasado nada.





Después de haber conocido a más camas que personas, 
me atrevo a decirlo: 
todos queremos ser echados de menos. 





Y dormiré en cualquier lugar, con quien me deje hacerlo. Y besaré todas las bocas, intentando demostrar que sólo existe una. Y en mi delirio arrastraré todas las cosas buenas, hasta fundirlas en papel y hacer que den la vuelta. Y enroscarte en una idea hasta verte agua. No dibujarte. Tal vez tratar de emborronarte. Imaginarte hacia delante, recuperarte en cualquier parte. Dilucidar qué es importante, de entre lo que mi furia considera indispensable. Te inventaré en cualquier mirada, en cualquier gesto, en cualquier cama. Te inventaré cada mañana.

Y en fin, decir que estoy seguro que el pasado no te alcanza.
 

martes, 23 de abril de 2013

Bendita libertad de elegir



Estaba todo envuelto en aire, en música y guitarra.

Sí, yo estaba allí, hace ya más de 10.000 años mentales. Y aquí sigo hoy, pero en movimiento. Y justamente hoy la sensación vuelve a ser la misma: tengo mucha suerte, a veces. 

Bendito miedo. 

Hago lo que de verdad quiero, cuando y como quiero, y sobretodo
con quien quiero. 

Bendita manía la mía de complicarlo todo.

Qué triste sería si todo esto no sirviese para nada, es más, quizá todo esto no sirva para nada y no consiga con ello ningún medio material, pero me hace feliz, que es para lo que vivo. 

Bendita libertad, la que yo he elegido.



Estaba yo envuelto en aire, en música y guitarra. 
Y yo miré más allá, hasta mañana, y allí estaba escrito: “Ciudad del Mar”.








De todas las mentiras en el mundo, 
a veces,
las peores son tus propios miedos. 

Rudyard Kipling

domingo, 3 de marzo de 2013

Buscar y ver, explicar

No sé si es por el Gigante de Big Fish o que quiero verte amanecer, pero estoy convencido, sí, tienen que ser ellas, la culpa la tienen mis neuronas espejo.

Es fácil: tú llegas y te reflejas, a veces ni eso porque tú nunca llegas, pero aún así el reflejo dura y, aunque a mis segundos la huella no debiese estar, tú sigues ahí. Pero ahora que lo vuelvo a mirar, no solo es que te reflejas, sino que atraviesas mi cabeza, mis neuronas, y te quedas.

O quizá no sea tan fácil, porque me niego a creer que esto lo sea, pero es lo que es y “no se puede decir de lo que es que no es y de lo que no es que es”; igualmente a mí me gustaría saber. Tal vez también es por mi incapacidad de no poder dejar de pautar lo irracional, pero es que ahora no sé si esto es racional o no, ni siquiera sé si es o deja de ser por el miedo a ver.

No sé si es la Caffeina, la chica paranoica o mis películas, pero me apetece abofetear a todas esas gilipolleces que uno hace sin sentido porque el cerebro retrasado del pecho se lo pide. Y es que cada final lleva razón: sí y no, en el mismo camino. Y justo ahora es cuando tu no puede ser hasta más positivo que yo.

Lo mismo y sí, pero no quieres ver más allá.



"Justo cuando estaba a punto de jugar con el fuego del mechero..."



Ábrelo, ábrelo despacio.

Di, ¿qué ves?. Dime, ¿qué ves?

Vetusta Morla - Los días raros

Definir de un trazo, reagrupar pedazos, en mi colección de medallas y de arañazos.

Aunque aún queden vicios por perfeccionar, nos destaparemos en la intimidad, con el roce de los labios.

Y no lo olvides, sin carbón no hay reyes magos.