domingo, 28 de julio de 2013

B612

Soy el rey del mundo, en mi mundo.

Aquí estoy yo solo, y el espacio es infinito a veces, o minúsculo, depende del segundo en el que me pierda, en mi mundo. Hay ríos de música, torrentes de libros, estanques de fotografías y charcos de alcohol. Bueno, quizá tampoco estoy tan solo. Mis gafas de sol, todas las veces que me he perdido, y las veces que me he encontrado más una están aquí también, justo al lado de lo que he olvidado. La montaña de lo que he ganado está en otro sitio: delante de mis escaleras y encima de mis lunas. Hay muchas más cosas, sobre todo recuerdos y noches, muchas noches mirando por la venta, buscando ser como el humo y llegar más allá.

Este imperio es solo mío, de hecho nadie me ha encontrado nunca, porque nunca nadie ha entrado. Tampoco estoy interesado en los invitados. Aunque quizá sí que puedas saber donde está, porque está en mis venas. Pero no, no me interesa. 


¿Sabes? No es tan raro, ni tan frío, es tan bonito como los ojos que lo miren sean, porque sí, aún te reflejas.

Todo lo que el miedo me ha enseñado está también aquí, y menos mal, porque querido Miedo, esto es gracias a ti.