domingo, 2 de junio de 2013

"Controla un poco, corazón"

La noche estaba en blanco, pero no más que yo. No sabía dónde ni con quién iba, pero ¿y qué? 

Que quien no corre, vuela. Que estoy cansado de la música de los ascensores. Que se te da genial el escapismo. Que no me gusta jugar con una opción cuando puedo hacerlo con mil posibilidades más. Que, ahora que desatamos tormentas, nada nos ata. Que no me da la gana cortarles a estas mariposas las alas. Que, ahora que nadie mira, me voy a dejar querer. Que me voy a quemar con el Sol de tu ventana. Que tú miras y yo te miro, en tu cama. Que no te conozco, pero esta noche te voy a querer. Que no quiero tocar el suelo esta vez. Que, para evitar preguntas que no sabes responder, lo mejor es dormir con desconocidos, otra vez. Que me encantan las mentiras si están dichas de verdad. Que ya no tengo sugus de colores, pero aún me queda un chicle de menta más. Que nosotros no hemos estado aquí. Y que aquí no ha pasado nada.





Después de haber conocido a más camas que personas, 
me atrevo a decirlo: 
todos queremos ser echados de menos. 





Y dormiré en cualquier lugar, con quien me deje hacerlo. Y besaré todas las bocas, intentando demostrar que sólo existe una. Y en mi delirio arrastraré todas las cosas buenas, hasta fundirlas en papel y hacer que den la vuelta. Y enroscarte en una idea hasta verte agua. No dibujarte. Tal vez tratar de emborronarte. Imaginarte hacia delante, recuperarte en cualquier parte. Dilucidar qué es importante, de entre lo que mi furia considera indispensable. Te inventaré en cualquier mirada, en cualquier gesto, en cualquier cama. Te inventaré cada mañana.

Y en fin, decir que estoy seguro que el pasado no te alcanza.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario