- No, porque para ver el cielo prefiero mirarte la cara.
...y ambos sabemos que yo soy el salvaje, así que: VEN.
- Es porque sabe que detrás estoy yo...
- Detrás no, dentro de mí.
¿Escupimos al firmamento?
Ahora sé que eres capaz de todo.
- ¿Estás ñoña?
- Mucho.
- Me encantas ñoña… y de cualquier manera.
- Me siento importanta y bonita.
- Lo eres.
- Ahora aún más de lo anterior.
Me gusta cuando tú hablas y se calla Neruda.
No quiero tener una hora más para pensármelo, que quiero esa hora para escuchar una sola canción, para hacernos una foto que dure toda la vida, para mirarte a los ojos y caerme en el universo que tú llevas dentro.
- Desde aquí veo hasta el futuro.
- ¿Y cómo es?
- Tan bonito como tus ojos lo son.
Soy yo, que te quiero cuarenta veces más.
Te quiero Mesié.
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