Anoche me acordé de ti.
Y no, no lo olvido.
Hoy te he visto.
Allí estabas,
en un lugar cualquiera,
a una hora cualquiera,
sujetando una
mano que no era la mía.
Y llovía.
Y hoy creía haberte visto.
Aunque quizá no. Quizá no eras tú.
Quizá solo eras mis ganas.
Ya sabes, tengo predilección por los
príncipes rana
y los espejismos.
Y ahora tranquilo, respira, que no te olvido.
y los espejismos.
Y ahora tranquilo, respira, que no te olvido.